Tanto que decir, y todo queda en el tintero del olvido, son las palabras que nunca verán la luz, aunque su significado es algo que jamás se borrará de mi alma... Ya no puede sorprenderte nada de lo que te diga, pues lo sabes, ya te lo he dicho.
Mi existencia es como el humo, que nace de la destrucción, y tan pronto como llega, se desvanece, se diluye en el día a día, y se olvida. Condenada a una vida que no he elegido, atrapada en las garras del perjuicio, atada a la necesidad de ser aceptada por mi familia, amarrada a una existencia dirigida por cientos de directores menos yo, la que debería dirigirlo. Me siento el juguete que siempre han soñado mis padres. Siempre intentando que estén orgullosos de mi,... Pero sus expectativas sobre mí son tan elevadas, esperan tantas cosas de mí, cosas que, hoy por hoy, no quiero ser, ya no. Pero cómo les digo que la que siempre ha sido la oveja negra de la familia es ahora más negra que nunca?? Aunque lo de negra sea solo desde su punto de vista, claro. Yo solo quiero encontrar mi sitio, solo quiero des feliz, ser libre de escoger mi camino, sin tener miedo a las consecuencias que deriven de ello.
Solo quiero ser yo, simplemente yo, sin hipocresías ni remordimientos. Solo yo.
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