Y, otra vez, me quedo aquí... sola.
Solo me acompañan mi alma negra, mis ilusiones rotas y esparcidas por el suelo, mis sordas palabras, mis lágrimas desgastadas, ese nudo en la garganta que me avisa de que me esconda para que nadie me vea, ese vacío en el pecho que cada vez ocupa más espacio, mis oscuros pensamientos, mi amor hecho pedazos...
Solo quiero acostarme, dormirme pronto, y permanecer así para siempre, no despertar jamás... Pero no, no puedo hacerlo. Me acostaré, mi cuerpo y mi alma descansarán unas horas de este sufrimiento, y despertaré de nuevo. Despertaré sola, sin esperanza, sin ilusiones, sin vida... Porque todo se ha ido... olvidé cerrar la puerta de mi alma, y han ido marchándose sin que me diese cuenta... Estaba demasiado abstraída contemplándote...
Que alguien me levante, que alguien venga y me ponga en pie, porque yo ya no puedo...
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