Casi ni apareces, y, cuando lo haces, no llega ni a 3 minutos... Y me quedo en agonía, sola de nuevo, sin nadie a quien contarle qué me pasa, sin nadie a quién decirle cómo me siento morir por dentro cuando no apareces, y también cuando apareces... No puedo dar explicaciones de las lágrimas que desdibujan mi aparente entereza, ni de la tristeza que impide que simule de forma creíble mi sonrisa, ni de la ausencia completa de motivaciones e ilusiones... No puedo darte una explicación razonable de mi locura, no puedo evitar sentir lo que siento, aunque no se ni porqué lo siento...
Sé que es mi culpa, que tu nunca intentaste nada más que ser mi amigo... aunque te avisé... te dije que era rara... Te advertí, te dije que sabía qué iba a pasar, pero fuí incapaz de oponerme, aún siendo consciente del dolor que iba a suponerme...
Ojalá pudieses verte como te veo yo...
Me ha tocado estar en esos dos lados de la moneda, sentirme asi por alguien por quien no debi dejarme sentir asi nunca, y que, llegado a ese punto no saber como salir de ese ciclo autodesctructivo.
ResponderEliminarY por el otro, llego a ser comun que me dijeran que "ojala me viera como ellas me veian" cosa que hasta la fecha, creo entender en concepto, pero no en sentimiento.
Ambos casos complejos, pero hay que dar el paso con valor y comunicarnos sin limitantes de ningun tipo, eso y darse tiempo.
Suena mas facil de lo que es, lo se, pero funciona.
Un abrazo y suerte!
A veces es dificil decir lo que sentimos, guardandolo en nuestro interior, pero puede llegar a hacernos mucho daño.
ResponderEliminarEnhorabuena por tus letras, me quedo paseando entre sus renglones.
Besos.
Lunna.