No te voy a pedir que cambies por mi... no soy nada ni nadie para pedirte que cambies algo... y tampoco quiero que cambies, me gustas así, como eres... con lo bueno y con lo no tan bueno... es así como te quiero... dulce y golfo, atento y a veces un poco enredante, olvidadizo y con un toque canallesco, narrador de bellas historias, excelente conocedor de un alma ingénua, difícil de sorprender, lector de mentes (o al menos de la mía...), sabes qué decir y dónde dar para tenerme en tus manos y a tu merced... y mil detalles más, millones de detalles más... que no quiero seguir recordando, porque me duele(s)...
No me pidas que cambie yo, que renuncie a mi innato talento para meter la pata, a mi sonrisa pícara cuando llamas a mi mente, a mis ojos tristes y que sólo ansían verte, a mi alma ingénua pero marchita ya, a mis latidos acelerados cuando apareces, a la ternura que me invade al despertar y que seas tú mi primer pensamiento, a la esperanza, que nace cada mañana y se quiebra cada noche cuando voy a dormir, de que aparezcas para decirme "es que hoy tengo ganas de ti..."
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