No puedo dormir... Y sí, es justo por lo que piensas... Él, siempre Él...
Creí que sería más fácil la rehabilitación, pero no... No sé porqué pensé que se reduciría el dolor, que sería capaz de controlar lo que pensase, que sería cosa de pocos días sacar ese sentimiento de mi alma... Pero el silencio no cesa de gritarme, y está quebrándome en pedazos la entereza que tanto me cuesta simular...
Me siento tan sola... tan desamparada... tan ninguneada...
Lloro de rabia, dolor y arrepentimiento.
Rabia de ver que, tras tantos "te quiero" realmente no soy nadie para él, soy un mero complemento en su vida, soy completamente prescindible. Y mientras él vive su vida como siempre, yo me desangro a cada latido...
Dolor de verme abandonada de nuevo, de amarle tanto que llego a sentirme mal físicamente solo por el hecho de querer estar enfadada con él... Sí, es incoherente, no tiene sentido alguno, pero, realmente crees que alguna vez he sido razonable o coherente?? No, verdad? Es mi destino, la locura.
Arrepentimiento de haberme herido a mi misma de nuevo, exactamente como la otra vez. De querer odiarle con tanta pasión con la que le amo, para poder olvidarle, igual que él ha hecho conmigo...
Hoy te escribo a ti, que me lees... ya sea por casualidad, por lástima, o por lo que sea... Eres mi único confidente... quizás no lo sabes todo de mi... pero sabes lo más definitorio de mi: mi estupidez contínua, mi locura, mi debilidad... guardas mis secretos, me escuchas en silencio, me dejas llorar y me consuelas, aunque sabes que no tengo razón ni motivos...
Gracias a ti, por estar ahí, por aguantar mis tediosas confidencias, por soportarme cuando ni yo misma lo consigo, por escuchar silenciosamente mis sandeces y desvaríos... Gracias a ti, que me haces el caso que nunca he merecido.
Gracias de todo corazón
la ínfima, estúpida y cargante infame