Estás tan lejos de mí... Y no es solo la distancia lo que nos separa.... Sigues siendo tan inalcanzable como el primer día, y yo sigo tan encadenada a esta mísera realidad que atenaza mi alma desde que tengo uso de razón.
¿Por qué sigo pensando en ti? ¿Por qué sigo guardando la esperanza de conocerte? ¿Por qué siento por ti algo tan fuerte? ¿Por qué? Hay tantas preguntas que me gustaría hacerte... Y muchas de ellas quedarían igualmente sin respuesta, porque dudo que tengas tu la respuesta a ellas...
Cuando digo que ya has perdido el interés, no me refiero simplemente a que no hablamos de nuestros deseos como antes, sino que me doy cuenta de que cada vez, a medida que pasa el tiempo, ya no te interesa tanto conocerme, saber como es mi vida... Y no te culpo, lo entiendo perfectamente, de hecho me extraña que hayas tardado tanto en cansarte de mi... Yo el interés en ti no lo he perdido... pero eso es algo con lo que ya contaba cuando retomamos el contacto... Siento que empiezas a evitarme y, aunque no puedo decir que no me duele, porque estaría mintiendo vilmente, si puedo decir que ya sabía como acabaría esto... Sabía que llegaría el momento en que la evidencia me rompería el alma, la certeza de que no sientes nada por mi. O al menos, lo que yo siento por ti...
Y, lo más irónico de todo es que sabía cómo iban a ir las cosas, sabía que era una estúpida al reiniciar mis sueños de nuevo... Pero es que eres más fuerte que mi determinación... Y es por eso que tengo miedo, porque nunca había volado tan alto con las alas de nadie, y, cuando desaparezcas, tus alas irán contigo... Y yo caeré al vacío desde tu cielo
se sentó al borde del camino
no había razón alguna para continuar
hasta que apareció él en el horizonte
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