Sabes que te quiero, ¿verdad? O quizás creas que ya he superado ese sentimiento, que ya solamente te deseo en el más puro y estricto sentido físico.
Pues no lo he superado, de hecho, creo que, por mucho que lo intente, nunca lo superaré. Al menos no hasta que te conozca... En parte porque no puedo y, en su mayor parte, porque no quiero.
Entiéndeme, lo he intentado, pero hay algo dentro de mí que supera a mi razón, algo que, cuando estoy completamente convencida de que debo olvidarte, ignorarte y seguir hacia delante me impide ser perseverante en mi propósito.
Quizás sea una gran tontería que he creado en mi cabeza, quizás sea verdad que es imposible amar sin conocer, quizás sea verdad que no se que es el amor y me estoy equivocando de conclusiones... Quizás...
Ya no se nada, dudo de todo lo que digo y hago, porque estoy buscando mi camino, estoy buscando mi verdad, estoy aprendiendo cómo soy realmente. Y en este camino me estás ayudando solamente tu, nadie me ha querido atender cuando les decía que quería ser yo, que me sentía viviendo una farsa. Solo tu me alientas a que me descubra, y por ello te estaré agradecida siempre.