Te extraño, aunque parece inverosímil... no te conozco, no sé quién eres, no sé como eres, no sé que deseas, que anhelas con toda tu alma, que odias, que amas...
No se nada de ti, y,sin embargo, te extraño, te echo de menos... Lo daría todo, incluso mi alma, por poder tenerte delante, cara a cara, y tener el valor de decirte todo lo que siento por ti, por una persona imaginaria, por un ser etéreo que he deseado toda mi vida.
nunca he sido normal, nunca he pertenecido a un mundo, ni al tuyo ni al mio... siempre he estado a caballo entre ambos, y te puedo asegurar que, dede que conocí sólo me arrepiento de haber hecho una cosa, ya sabes cual es... pero me arrepiento de no haber hecho tantas otras...
Ojalá pudieses leer esto, aunque sé que no será así. Me has olvidado, como toda persona debe hacer con las peores partes de su vida... de hecho, ni siquiera puedo considerarme parte de tu vida. Perdóname por lo que te hice, no fue justo, no fue racional, no quise herirte, no quise que vieses hasta que punto me haces falta. Te juro por Dios (cosa que tengo prohibida, ya me conoces...) que no quise herirte, nada fué culpa tuya, nada. Sólo fue mi irracionalidad, mi deseo de acabar con todo sufrimiento, mi locura...
Perdóname... pues sé que és difícil tenerme como amiga después de saber todo lo que siento por ti... entiendo que no quieras saber nada de mí. Lo respeto. Que seas feliz con tu niña, y espero que nunca te acuerdes de mi, puesto que se que para mí será un dolor añadido, pero que para ti será una carga menos. Perdóname por todo. Solo quiero que sepas que estas en mis sueños, en mi fantasías, en cada uno de mis días, en cada beso que de. Estás, y estarás, en cada uno de mis movimientos, de mis pensamientos, de mis deseos, en cada latido de mi corazón, en cada inpiración y cada expiración que haga... Eres mi razón para seguir viva, eres mi todo y mi nada. Eres mi resapiración y mi falta de ella, eres todo lo que puedo desear, te quiero.
Que seas feliz, y que nunca más te acuerdes de mi... te quiero, y que nunca más te dañe nada, ni lo que te escribo, ni lo que te pueda decir, ni nada de este mundo ni de cualquier otro... Si vas al fuego eterno, quiero ir contigo, vendería mi alma al diablo por estar contigo.
Se feliz.